“Incluso
las personas que creen que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino,
miran antes de cruzar la calle”
Una
palabra. Una sola palabra para definirla.
Pasión.
Conoces
esos perfumes, envasados en tarritos diminutos de cristal, con formas estrambóticas
y llamativas? Tan concentrados que una sola gotita impregna con su olor varios
centímetros de piel.
Así de
intensa es ella, pero lo es tanto que no solo queda perfumada toda ella, sino
que se extiende a todo lo que hace, todo lo que toca y todo lo que siente.
Nada es
indiferente, todo tiene su por qué, su cómo y su consecuencia. Todo lo vive de
tantas maneras posibles que a veces cree que las emociones le desbordan. Pero
es mentira, ella siempre lo controla y lo conduce por donde quiere, que suele
ser al mejor camino. Busca, encuentra y muestra, siempre tiene algo que haga su
día emocionante, incluso en la más dura y gris de las rutinas, ella lo colorea
de tus colores favoritos.
A
veces, de rojo pintalabios
Otras
de blanco tippex
Incluso
de naranja Trasto
Pero
hay un color que no tengo ni idea de cómo lo consigue. No sé qué mezcla ni
mucho menos en qué proporción pero, joder, cómo me gusta ese color.
Es el
color de sus ojos, un color de ternura, calidez y cariño. ¿Sabes de color tiene
el olor de las avellanas tostadas? ¿O el color del aroma a chocolate caliente?
Pues de ese color tiene ella los ojos.
Es un
refugio, un oasis donde resguardarte de toda la toxicidad de este maldito
mundo. Donde poder abrir tus heridas sin que nadie les eche humo. Donde reír a
carcajadas sin que nadie se fije en el color de tus dientes. Un lugar donde ser
tú mismo.
Ella es
Madriz con rizos.
Es toda
una suerte haberla encontrado, y que ella me haya dejado encontrarla. Contando
todas esas historias de princesas, torres y caballeros andantes. Con todas esas
veces que se distraía con el más mínimo movimiento del exterior. Con esa risa
rítmica que tanto me gusta y que recuerdo tan bien.
Me ha
enseñado a ser feliz con muy poquito. A sentirme bien. A mirar el paisaje desde
muchos sitios para quedarme con lo más bonito, lo más puro. Quedarme con la
esencia.
Gracias,
princesa de Maine, Reina de Nueva Inglaterra.