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"Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro"
Albert Einstein

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viernes, 8 de abril de 2016

¿Qué? ¿Qué de qué?




Hay días en los que el Sol te levanta suavemente por la mañana.
Días en los que el espejo te devuelve una imagen alegre, natural, bonita.

Hay días en los que todo parece que va rodado, las escenas de un cuento perfecto que se suceden unas a otras suave, dulce, tranquilamente. Y allí estas tú, protagonista, luciendo sonrisa de anuncio y preguntándote que has hecho tú para merecer tanta suerte y tanta belleza.

Hoy no es uno de esos días.

Hoy en un día de "para qué me habre levantado yo de la cama". De no encontrar las ganas de seguir porque no sabes en qué dirección andas ni si vas demasiado deprisa o demasiado despacio.

Hoy me han hecho sentir que pedía el tiempo. Me han hecho sentir que mi criterio no tenía valor, que mi voz debía ser callada y que sólo me necesitaban por mi existencia corporal.

Existencia corporal que, dicho sea de paso, han juzgado, han opinado y han criticado a su antojo. Hoy me han hecho sentir que solo valgo por mi cuerpo y que, además, mi cuerpo no vale para nada.
Me han querido avergnzar, me han puesto al límite y he sentido la necesidad de gritar, de reñir, de denunciar todas esas injusticias que estaba viendo y padeciendo.

Pero no lo he hecho. Me he callado.
Me he callado por no discutir, por no sembrar en mi sentimiento de enfado y odio. Pero la realidad es que ya estaba plantado y, ahora, los brotes se están extendiendo.


Todos esos brotes que se riegan con las demasiadas responsabilidades que tengo, la falta de tiempo, la desmotivación, el nerviosismo y, por supuesto, con antiguos demonios.

Otra vez, me he sentido mal conmigo misma y, otra vez, me he echado la culpa a mi.
Por eso escribo estás lineas, totalmente para mi, para entender DE UNA VEZ que no, que no ha sido culpa mia. QUe yo no puedo elegir lo que oigo ni lo que siento, y que la reacción a las palabras ajenas se puede controlar pero no lo que nos afecta.

Hoy tengo la cabeza llena de dudas, de miedos, de nostalgia y de rabia. Hoy tengo ganas de que se solucione todo solo.

Pero no va a ocurrir. Por eso, mañana pienso levantarme con la esperanza de que sea uno de esos días en los que el Sol te levanta suavemente por la mañana.