Bienvenido

"Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro"
Albert Einstein

Buscar este blog

viernes, 7 de septiembre de 2012

II Carta a la eternidad

Aquí estoy. 11 meses después, escribiendo la que es la segunda carta a la eternidad. Tu eternidad.

Se ha cumplido un año. 12 meses, 52 semanas, 365 días desde aquel fatídico 6 de Septiembre.
Aquel día en el que las palabras dolieron más que nunca. Aquel día en el que la ausencia tomó un nuevo significado y la añoranza se convirtió en un estilo de vida.

Un año entero. Es mucho y a la vez poquísimo tiempo.
Resulta muchisimo tiempo pensando en que nunca hemos estado tanto tiempo sin verte, sin oirte, sin saber de ti.
Pero, a la vez, aun a pasado poco tiempo como para recordarlo sin sufrirlo.
Sí, es así, aun duele pensarte. Supongo que con el tiempo eso irá cambiando, y cada vez dolerá un poquito menos, hasta que un día ya no duela y podamos recordarte con toda la alegría.

Aunque creo que, eso nunca será así.
No creo que llegue el momento en el que recordarte nos resulte indoloro. Porque aunque vayamos asimilando que no estás, aunque nos acostumbremos a estar sin tí y aunque aceptemos que ya no van a cambiar las cosas, te seguiremos echando de menos. Seguiremos pensando en las cosas que te gustaban hacer, y aquellas que tanto detestabas.

Nos pasa mucho. A veces vamos por la calle, o cuando vemos algo en el sofa, o incluso un libro o un comentario y decimos: Fíjate, con lo que le gustaba. O con lo mucho que lo odiaba.

Estás con nosotros, siempre.

Me gustaría decirte que las cosas han cambiado, que nuestra vida ha cambiado el rumbo, o ha adquirido un nuevo sentido.
Pero la verdad es que no es así. Casi todo sigue como siempre, lo único que ha pasado es el tiempo.
Tiempo, aire quieto.
Tiempo, contigo
Tiempo, sin ti.
Tiempo.

Esta carta es tuya, es a ti, a tu grandiosidad, a tu minuciosidad, a tu dedicación.
Es tu carta a tu eternidad .

domingo, 2 de septiembre de 2012

Sparkling

No siempre se puede estar en lo más alto.
No siempre te encuentras en la cresta de la ola
No siempre estarás en la cima de la montaña

A veces te tocará estar a ras de suelo, al nivel del mar.
O puede que incluso te toque hundirte un poco, en el subsuelo.

No siempre las cosas van bien.

Y te puedo decir que sé que en ese momento tendrás ganas de abandonarlo todo.
De reiniciar tu cabecita y olvidar todo lo que te está haciendo daño.
Seguramente maldigas y bendigas hasta encontrar el inicio de tu malestar, repases uno a uno cada paso que diste desde ese momento en el que todo iba bien, hasta este desastre.
Lo sé, yo lo he hecho.
Pero a veces el culpable no es más que el propio destino. Una broma de esas que al universo le gusta gastarnos. Una prueba de lo resistente que puedes llegar a ser.

Una basura, lo sé.

Pero oye, no estamos aquí para quejarnos, para deprimirnos o para pasarlo mal.
Aun queda mundo, te lo prometo.
Quedan muchísimas cosas por hacer, y no tenemos tiempo para dejarlas pasar sólo por un mal momento.
Los malos momentos siempre predicen a los buenos. Recuérdalo mi querido lector.
Ahora no lo verás, o no lo querrás ver. Pero tienes tantas posibilidades de ser feliz como antes, como antes de que todo se derritiera ante tus ojos. Como antes de que uno a uno todo se fuese desmoronando, como un juego de dominó. Pero sabes qué? Cuando cae la última ficha, esa que no impulsa a ninguna otra, esa que se da de bruces contra el suelo, solo queda levantarlas, poquito a poquito, con paciencia y con cariño.

Hoy duele, mañana un poquito menos, y pasado un poquito menos aun.
Hasta que ya no duela nada.

Ahora, levanta la cabeza.
No será fácil, es cierto, pero tampoco tan complicado como te estás imaginando.

Sonríe, hoy comienza el resto de tu vida :)