A veces las cosas no suceden como queremos.
No es ni bueno ni malo, simplemente va en una dirección diferente a la que nosotros quisiéramos.
Y no se puede decir que sea cosa del destino, o que ya estuviera escrito y que sea culpa de esa justicia universal de que la tanto me quejo.
No.
En verdad en culpa nuestra.
Nos encanta soñar, planear, ilusionarnos.
Contruimos gigantescos castillos a partir del más minimo sueño.
Rascacielos imponentes que representan nuestras ideas de futuro.
Es tan fácil tocar el cielo cuando se sueña.
Pero después la realcidad actúa como ley de la gravedad en nuestro idílico mundo.
La ley Newtoniana que nos tira todo por los suelos, nos desbarata las ideas y nos destruye la ilusión.
Y la culpa no es de la realidad.
la culpa es nuestra.
Si me dejo llevar, si idealizo mis pensamientos, si me ilusiono con estúpidos conceptos y me aferro a absurdas probabilidades, luego no me puedo quejar de que no se cumpla ni una sola de mis espectativas.
Así es la vida.
Y lo horrible es que jamás aprendemos. Damos mil y una oportunidades a sueños inválidos, incorrectos, imposibles.
Porque es más fácil vivir asi, guardando una esperanza, una pequeña parte de tu corazón que no halla sido conquistada por tu cerebro. Pero cada vez va quedando menos sabes? porque ya no merece la pena.
No, no necesito ser más fuerte de lo que ya soy.
Soy resistente, dura, fría, corazón de acero, sangre de hielo.
Solo que, a veces, se me olvida :)
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