Hace poco reflexionaba sobre el pasado el presente y el futuro, y acordé conmigo misma no prestar atención al pasado.
Craso error. Independientemente del caso que yo le haga al pasado, éste siempre vuelve a mi. Como por arte de magia.
Quizá y seguramente la culpa es mía. Por negar cosas que en verdad sí han sucedido. Por querer borrar cosas que en su día fueron mi presente.
Pero, espera. Seamos realistas, no he vivido tanto ni me han pasado tantas cosas como para poder bautizar esto como mi "pasado oscuro", y sería hipócrita por mi parte hacerlo.
Aunque, la verdad sea dicha, muchas cosas han cambiado desde entonces.
O no?
No, puede que no. Puede que halla tratado de construirme a mí misma y todo halla sido en vano. Puede que halla decidido describir mi personalidad equivocadamente aposta, para diseñarme a mí misma como un nuevo concepto. Pero no funciona...
Conclusión? Soy una mentirosa, otra falsa e hipócrita más en este mundo, como de las que tanto me quejo. Me he convertido en lo que más odio. En una niñata absurda, mentirosa, con aires de grandeza y madurez que lo que le hace falta es discutir con su reflejo y darse cuenta de la cantidad de tonterías que escupe por su boca.
Qué fuerte me creía y qué débil soy. Qué madura me creia y que infantil soy.
Y yo, que me creía por encima del bien y del mal, impermeable a las idioteces y mediocridades de este mundo. Yo, que soy la clara ejemplificación.
No soy nadie, soy algo mucho peor. Soy una más.
Alardeando de mi falta de complejos y de mi seguridad en mí misma. Todo mentira.
Qué desilusión verdad?
a mí me lo vas a decir.
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